A nivel general me parece bien la intención de trabajar en materia de adaptación al cambio climático para el turismo. Asimismo, me parece que el diagnóstico es bastante completo, pese a algunos déficits en regiones que no fueron consideradas en el estudio. Se sugiere incorporar estas regiones para profundizar el análisis y la adaptación específica. Respecto de las propuestas, agregaría: - Profundización del estudio de las vulnerabilidades regionales, con el propósito de diseñar mejores estrategias de acción en la materia. - Mayor desarrollo de los mecanismos de coordinación con actores privados (operadores turísticos) e institucionalidad privada, pues necesariamente la estrategia de adaptación requiere inversión, y los recursos de inversión en turismo son escasos y con poco apoyo de grandes fondos públicos y privados. Por lo mismo, se requerirá de mecanismos efectivos de gobernanza con los operadores para generar condiciones que permitan invertir en el plan. Para ello, se sugiere profundizar en esta temática (coordinación público privada efectiva). - Mayor visibilización y desarrollo de los vínculos entre el sistema turístico y las instancias de investigación y desarrollo. En este sentido, acercar a las universidades y fomentar el desarrollo de especialistas privados (consultores, centros de investigación) que puedan aportar a este desafío. Respecto del plan, creo que es imprescindible que en el contexto del desafío se promueva un fortalecimiento de las entidades en materia de capital humano especializado, de atribuciones institucionales (mayor jerarquía de la institucionalidad turística dentro de la estructura ministerial en el Estado) y sistemas de información que gestionen la gran cantidad de información dispersa que generan actualmente SERNATUR, Municipios, Universidades y otros actores del sector. Por último, creo que es imprescindible que en una estrategia de adaptación al cambio climático, se aborde de manera central, el vínculo entre la actividad turística y el sistema de evaluación ambiental de proyectos turísticos o proyectos no turísticos (industriales, inmobiliarios, agroalimentarios, energéticos, etc) con impacto en destinos turísticos. Esta relación no es sencilla, pues debe responder mínimamente a criterios de ordenamiento territorial y por tanto priorizar aptitudes o vocaciones territoriales y de las comunidades residentes. Abordar esta planificación en el territorio requiere trabajar sobre los puntos comentados previamente (institucionalidad, capital humano, articulación de actores) de manera de potenciar el desarrollo turístico y enfrentar los potenciales conflictos del desarrollo. Cordialmente Pablo Peña Gálvez Ex Director Administración en Ecoturismo UNAB

Se recomienda precisar en el Anteproyecto el rol de los Gobiernos Regionales y sus instrumentos de planificación, como los Planes Reguladores Intercomunales, Planes Regionales de Ordenamiento Territorial (PROT), Estrategias Regionales de Desarrollo, entre otros. Por otra parte, se debe reconocer la vinculación entre instrumentos de política (ej.instrumentos de fomento y planes comunales) entre niveles territoriales (ej. región – comunas).

Se esperaría en este punto identificar con precisión, además del nombre del indicador turístico sensible a los efectos del cambio climático (ej. pernoctación) , su método de cálculo, unidad de medida, fuente de financiamiento y el organismo o institución responsable.

Las medidas requieren un mayor nivel de profundidad y explicación. Ejm: aumentar o rediseñar oferta de rutas, implica al menos identificar el tipo de rutas turísticas que a nivel regional sería recomendable priorizar.

Se requiere un mayor nivel de especificidad en las acciones. Al menos identificar acciones según tipos de zonas turísticas (litorales, lacustres, urbanas, etc.)

El Anteproyecto presenta medidas y acciones de carácter general que no permiten prever cómo se reducirá en forma significativa la vulnerabilidad del sector turismo ante el cambio climático.

Si bien el Anteproyecto contiene antecedentes generales sobre los efectos esperados del cambio climático en Chile, carece de referencias sobre los efectos en ecosistemas – destinos que han recibido un creciente flujo turístico nacional e internacional, como los insulares o los de montaña, cuyas comunidades residentes tienen una alta dependencia o dependen directamente de la actividad turística (Ej. Isla de Pascua, Cajón del Maipo, Centros invernales, entre otros).

El capítulo enumera algunos compromisos internacionales que ha asumido el país. No se hace ninguna referencia a compromisos específicos que vinculan al sector turismo de Chile con la agenda internacional de organismos sectoriales multilaterales con los que Chile tiene vinculación en diversas áreas de trabajo, como la Organización Mundial del Turismo (UNWTO).

En página 11 del Anteproyecto, se reconocen 89 destinos. Sin embargo, en el diagnóstico se empleó un listado de 84. Se esperaría que el diagnóstico haga referencia al documento actualizado de la Subsecretaría, que efectivamente da cuenta de 89 destinos (año 2018). Los consultores reconocen en el Diagnóstico (p. 121) una categoría de destinos (Desierto y Altiplano) a la que no se hace referencia en la pág. 10 del Anteproyecto.

Se esperaría que este Anteproyecto reconociera tipologías turísticas en otros ámbitos que son determinantes para definir medidas concretas y orientar la acción del Estado. Entre las tipologías que se recomienda incorporar, se cuentan al menos las siguientes: motivaciones de la demanda turística (ej. naturaleza), nivel de desarrollo de los destinos (ej. emergentes), actividades turísticas (ej. acuáticas), empresas turísticas, (ej. alojamiento), entre otras.